sábado, 26 de septiembre de 2009

Noticias

Como para reforzar la teoría que desarrollé la semana pasada, he recibido noticias de la agencia.
No son las que esperaba, pero a la vez sí.
Me explico: evidentemente me habría hecho mucha ilusión que hubiesen aceptado representarme, pero en cierto sentido sentía que no era el momento por muchos factores, como el hecho de se novel, de la recesión económica que hace mirar con lupa todas y cada una de las aceptaciones, la temática,... y no descarto evidentemente que no llegase a un estándar de calidad aceptable, si bien hay algo que me dice que los tiros van por otro lado.
Cuando recibí la noticia escribí a la agencia agradeciéndoles la cortesía y el respeto con el que me habían tratado, y sorpresivamente recibí otro e-mail, para nada esperado, y además al poco tiempo de haber enviado yo el mío. En este segundo e-mail se me decía que la verdad es que, llegado al punto en que mi manuscrito había llegado, habían tenido que rechazarlo por posibilidades de mercado. Es decir, pudieron decirme muchas otras cosas, más o menos corteses, pero capto una sinceridad en su e-mail que cuadra con lo que hablaba la semana pasada. No era el momento de presentar algo así. Me animaban a que si intentaba con otra temática les hiciese llegar el manuscrito.
La sensación que me ha dejado es agridulce. No será publicado Neogen en un futuro próximo, pero pienso que más adelante sí que pueda llegar a publicar algo, y tal vez algún día pueda ver finalmente Neogen en las librerías.
Hasta entonces, a seguir escribiendo y disfrutando, que de eso se trata. Por suerte a día de hoy tengo un trabajo que me permite ver la escritura como una afición y no me agobio con el tema.
Por otra parte, en el apartado off-topic, estoy de mudanza por las mañanas y en el trabajo por la tarde. el tiempo no me sobra y cuento las horas hasta que lleguen las once de la noche para comenzar formalmente mis vacaciones, en las que duirante quince días pretendo desaparecer. Trataré de hacer un huequecito para pasarme por aquí y los blogs que sigo durante estos quince días, no obstante, pero pretendo pegar un buen empujón a la novela en la que ahora estoy enfrascado.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Preguntas a hacerse

Terminas una novela y te haces muchas preguntas: ¿gustará, no gustará?, ¿retoco este capítulo, o aquel otro?, ¿tendré suerte y alguien me publicará?…

Evidentemente son preguntas que debemos hacernos, pero en estos tiempos (tal vez también en anteriores, si bien me da la impresión de que no fue así) hay una pregunta primordial que muchas veces no caemos en preguntarnos. Es: ¿Es comercial?.

Hoy en día, en este mundo de modas, es común ver cómo a un bombazo literario le siguen multitud de clones (no quiero sacar de nuevo los ejemplos que escribí en la entrada anterior, pero os desvío a ella). Porque es lo que se lleva, lo que vende y lo que por tanto la gente compra. ¿Cuántos libros habéis leído o visto en cuya portada o contraportada lo comparan con otros similares? El último caso que me encontré fue ayer en la FNAC. Un libro en cuya portada tenía pegada una estridente pegatina (por cierto odio este tipo de cosas) en la que decía literalmente : “Un libro cuyos fans de Stephenie Meyer” no deberían dejar de leer. Flipante. Tal vez el libro sea malo (posiblemente lo sea si deben usar el reclamo del nombre de la Meyer para atraer), pero eso no importa. Lo que importa es que está ahí, en primera línea de la librería. Y que dos chicas en ese momento lo cogen y tras echarle un vistazo se lo llevan.

Entonces a mí me da por pensar en la calidad de gente que pasa por aquí, o he conocido en otros foros o blogs, y pienso que no es justo. Llamadme ingenuo, pero no creo que una novela de vampirillos copia de otra tenga que tener más éxito que alguna de las cosas que he leído incluso hoy mismo. No es que no valore el original, para gustos, colores; además ya defendí la existencia de todo tipo de literatura si creaba afición en la anterior entrada. Lo que me parece mal es el oportunismo.

Pero es comercial, se ha presentado en el momento justo y va dirigida al mercado actual. Y el escritor o escritora (de la rabia que sentí ni me paré a mirarlo) seguro que ha sido bien retribuido, eso está claro.

Quiero añadir que evidentemente que habrá excepciones, también eso está claro, y habrá gente que publique aunque no siga las normas establecidas; pero pienso que se tratan de una excepción debido a su calidad literaria. No hay que olvidar que el agente o editor de turno representa a una empresa, y el fin último de una empresa (privada) es dar beneficios. Y estos se consiguen ofreciendo lo que el público demanda.

Así que por otro lado me trago la rabia, me planteo un punto de vista diferente (tal vez más realista), y me aprendo la lección. Cada vez que escribo algo, incluso la novela que me ocupa ahora, me pregunto si es el momento adecuado o no para presentarla, y a quién lo hago. Incluso si se lleva un tipo determinado de literatura y queremos vivir de ello, no considerar lo que escribimos como una afición , tal vez debamos escribir algo de ese tipo. Lo importante es hacerse un hueco en el mundillo; si somos buenos ya podremos escribir más adelante lo que se nos antoje (suena mal, lo sé, y en este punto admito críticas, objeciones,...que pienso que es un buen tema para debatir).

Quién sabe, tal vez algún día escriba una novela de vampiros. O de Belén Esteban, que también se lleva (y lo digo absolutamente en broma, que esta mañana haciendo cajas de la mudanza me golpeé la cabeza, pero no me he quedado tan trastocado).

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Nostalgia

Hoy he escuchado por la tele que la sociedad española era pendular, un país de extremos, y aprovecho esta tarde para echar un vistazo al pasado usando esa particular máquina del tiempo que es la memoria. Voy a viajar unos cuanto añitos, pero no muchos, menos de veinte.
Por aquel entonces recuerdo que uno de los mejores regalos que podían hacerte era un libro de “Barco de Vapor” (con sus colores, naranja, rojo,…). También recuerdo que en colegio teníamos varios libros obligatorios a leer. Y como no todo era leer también jugabas al fútbol, o veías un rato la tele (memorables las tardes de “Campeones” y el bocadillo de Nocilla), y luego, a dormir. Y recordabas cuando tu madre te leía cuentos, cuando aún eras más pequeño.
Ahora, de vuelta en el presente, veo cómo ha cambiado todo. Ya no se juega al fútbol, sino al “FIFA” o al “PRO”, Ya no hay dibujos animados sino “Sálvame” y similares. Y si le nombras a un niño la palabra libro, normalmente tiende a correr despavorido.
Es sobre este último tema sobre el que me quiero centrar. Es obvio que el invento de Gutemberg, la imprenta, fue un factor clave para la difusión de la cultura, y que la literatura desde sus inicios fue considerado un arte. Así que, ¿cómo hemos permitido que todo ese bagaje se haya prácticamente perdido en estos últimos veinte años? Porque no solo se trata del hecho de no leer, ojalá fuera así. El problema es que por no leer uno no aprende algo básico, como es vocabulario. Prueba de ello son los fatídicos mensajes de texto de los móviles, y las patadas al diccionario que se pegan al escribirlos. Y sin vocabulario mal vamos.
Nuestra sociedad tiene varios males, pero creo que uno de ellos, base de muchos de los demás, es la citada falta de cultura. ¿Cómo una persona que no sabe ni escribir puede plantearse, en un momento dado, preparar por ejemplo un Currículo? Os aseguro que veo unos cuantos y algunos dan pena.
Por suerte, y gracias a “Crepúsculo”, “Harry Potter” y similares estamos consiguiendo que de nuevo la juventud se acerque a los libros. Ya dije en una ocasión que podrán ser buenos o malos libros, pero que por lo menos hacen que los jóvenes, que son el público potencial y futuro, se interesen de nuevo por la literatura. Y solo por eso debemos estar agradecidos de que hayan sido escritos. De ello de todas formas hablaré en una futura entrada.
Espero que por suerte el movimiento pendular de nuestra sociedad se haya iniciado de nuevo. No sé si será el correcto, pero es que este de ahora no me gusta mucho.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Los ya no tan duros comienzos

Entro esta semana en el blog y veo el cuarto dígito encendido. ¡Mil visitas, y hace poco que me contentaba con trescientas! Imaginaos la alegría que me he llevado.

Porque pueden parecer pocas visitas, pero para mí son un mundo. Hace apenas cinco meses (el 28 de Marzo, día de mi cumple, je,je) que inicié este blog, sin tener prácticamente ni idea de cómo funcionaba, ni si verdaderamente tenía algo importante que contar. Atrás quedan esos primeros intentos de acercamiento a la blogosfera y en general a internet, hace apenas un año, y mucho más atrás esos viajes que me echaba a correos con manuscritos empaquetados para enviarlos a editoriales.

Ahora sé que aquella tarea fue en vano, que existe una figura llamada agente editorial, los peligros de la coedición, que hay un arte y una técnica en muchos foros y blogs que ya quisieran para sí muchos escritores, y muchas otras cosas.

Y también sé que vosotros estáis ahí, y quiero daros las gracias,tanto a los que lleváis desde el principio como los que habéis llegado hace poco. Gracias por dedicar parte de vuestro tiempo a leerme y comentarme. Empecé como decía este periplo hace un año, yo solito sentado al ordenador, y ahora mantengo contacto con numerosa gente que me enriquece, me enseña y me hace disfrutar con sus novelas o cuentos. Creo que algún día de estos deberé cambiar el título del blog por el de esta entrada.

Queda mucho, aún no tengo noticias definitivas de la agencia, pero si miro hacia atrás veo todo el camino recorrido y en el horizonte veo un poquito de luz, lo cual es mucho más de lo que veía hace un año.

Así que, de nuevo, gracias por estar ahí.

Por cierto, y completamente off-topic, ¡ya tenemos piso! Ahora a hacer mudanza y a pagar letras durante muuuuuuchos años.

Un abrazo (para cada uno, ¿eh? hoy me siento pletórico, je, je).