miércoles, 19 de agosto de 2009

Hoy va de tecnología

Hay un invento que me tiene particularmente interesado en estos últimos tiempos. Se trata del Kindle y similares.
Supongo que todos habéis oído hablar de él, pero por si acaso explico brevemente para qué sirve.
Básicamente, el Kindle es un reproductor de e-books, la pantalla es de tinta líquida y el aparato en cuestión es de reducido tamaño, cabe en un bolsillo. Algunas de las ventajas que tiene es que se puede adaptar el tipo de letra para hacerlo más grande o más pequeño, no cansa la vista como lo hace la pantalla del ordenador, y permite reproducir otros tipos de archivos, incluso de sonido, si bien la pantalla es en blanco y negro, con cuatro escalas de grises y por tanto no es apto para reproducir imágenes. Actualmente el aparato se puede conseguir en Amazon pero, si la información no me falla, solo en estados Unidos. Aquí no obstante ya tenemos compañías que han fabricado aparatos similares, como el PRS de Sony o el Papyre 6.1.
Y claro, el debate en el mundo editorial ya existe. La tecnología apenas está implantada, y debe abaratarse para ser mayoritaria, pero sus adeptos crecen día a día y ya tiene tanto fervientes defensores como acérrimos detractores.
En el primer bando tenemos a quienes abogan a favor de la tecnología y sus avances, el ahorro de espacio físico al poseer los libros en formato virtual, y al abaratamiento de costes al eliminar intermediarios, lo cual redunda en menor coste de venta (y mayores beneficios para el escritor, motivo por el cual muchos autores abogan a favor de esta tecnología).
Por otro lado, las personas que lo atacan alegan la pérdida de puestos de empleo, la piratería y la falta de calidad, tema ya tratado cuando hablé de la autoedición, pues al desaparecer la figura del editor o del agente, pueden salir al mercado múltiples obras de calidad ínfima (de nuevo la masificación y las erratas salen a escena).
Ambas posturas son entendibles, pero yo me pongo del lado de los que están a favor, si bien con reservas. Es cierto que mi casa es pequeña y ya no me caben muchas más estanterías para libros, pero también es cierto que ninguna maquinita va a quitarme el placer de poder abrir Los Tres Mosqueteros y disfrutar un rato de su lectura. Otra de las ventajas que veo es que por fin un mismo libro podrá ser leído por personas diferentes, me explico. Tal vez yo tenga buena vista y pueda leer un mamotreto de ochocientas páginas con letra ínfima, pero tal vez mi novia, o mi madre, no puedan hacerlo porque el tamaño de la letras les dé dolor de cabeza. En tal caso se aumenta dicho tamaño y asunto arreglado. Y si encima no cansa la vista como lo hace por ejemplo leer en la pantalla. No me gusta tampoco el victimismo de los libreros al decir que se verán obligados a cerrar. No me gusta porque no es verdad, los cines no han cerrado con la llegada del vídeo, del DVD o del Blu-ray. En lugar de ellos han evolucionado y ahora es posible ver películas en 3-D o jugar a vídeojuegos, por ejemplo. Evolución, esa es la clave. En cuanto a la piratería en el mundo literario… ¿verdaderamente no estamos acostumbrados a ver verdaderas antologías de autores subidas en formato PDF? No es un tema nuevo, y la aparición de estos aparatos no va a suponer un aumento significativo, a mi parecer.
Acabo con una simple reflexión, siguiendo con el tema cinematográfico: a todos nos sucede que hay películas que queremos ver en el cine y otras que vemos tan a gusto en DVD, con nuestra pareja en el sofá. Con este asunto del Kindle y similares pienso que sucederá lo mismo, habrá libros que disfrutarás tocando sus páginas y viendo su portada, y otros que podrás leer tranquilamente en el aparatito en cuestión. Pero claro, cualquier avance de este tipo da miedo, claro.
En fin, que hace falta que de todas formas se comercialice por el resto de países y que su precio baje. Entonces veremos si es la amenaza que algunos creen.

4 comentarios:

Cristina Puig dijo...

Hola,

Pues desconocía totalmente el nombre del aparatito. Me parece interesante. Yo pienso que a la larga si se dará un aumento en las ventas del aparatito. Pero...personalmente a mi me gusta poder tocar el papel de un libro, pasar las páginas, hay algo "mágico" en ello, como dice una canción de Lluís Llach un "no se qué" jj aunque por otra parte tiene sus ventajas, no daña tanto el medio ambiente y cansa menos la vista si es como dices. El tiempo dirá y dará la razón solo espero que eso no suponga el fin de los libros
Saludos!

JUAN PAN GARCÍA dijo...

El otro día, mientras regresaba a casa en el coche escuchaba un debate sobre este mismo tema.Muy interesante por cierto.
El precio está por ahora sólo al alcance de privilegiados, pues se pone alrededor de 400 euros,y se espera que bajen si quieren convencer de sus otras ventajas, las que señalas aquí y las cuestiones ecológicas: se evita desforestar las selvas para fabricar papel(falso, si sabemos que quieren usar todo lo que sea vegetal para fabricar carburante, y que la mayoría de chalets y casas en EE.UU y otras partes del mundo son completamente de madera)
Se evitan los intermediaros, ¿pero eso significará un menor precio para los lectores o mayor beneficio para los editores? Y como bien señalas, la piratería está a la moda con su mala calidad. Mi hijo me bajó el libro El niño con el pijama de rayas porque se había agotado la edición, y estaba lleno de faltas, incluso faltaban renglones.
Lo comparé luego con el original cuando al fin me hice con un ejemplar de otra nueva edición.
Y tambien es cierto que no es lomismo leer un libro con letra de 12 que en una pequeña pantallita.Si ya necesita uno gafas para leer el libro, ¿qué será con esa maquinita?
Buen tema, ya tienes material para debatir.
Saludos.

Jesús F. Alonso Asensio dijo...

Hola Cristina,
no, no me imagino que acabe con los libros, habrá gente que se decante por uno o por otro, e incluso una persona, cuando los precios sean más bajos, podrá preferir tener libros electrónicos o físicos dependiendo del libro, como ya he dicho sucede lo mismo con el cine y el dvd.
un saludo, guapa.

Jesús F. Alonso Asensio dijo...

Hola Juan,
es verdad que el precio ahora lo hace demasiado exclusivo, además de que aún hay pocos libros. Por cierto, leyendo tu comentario me he dado cuenta de que no hablado del tema de la ecología, otra razón a favor de la maquinita.
Hay algunos libros pirateados que circulan por la red que dan ganas de quemarlos, en particular no conocía el caso de "El niño.." pero ya he visto unos cuantos que...
Y en cuanto al tamaño de letra lo bueno es que en el Kindle y similares se puede aumentar, para poder leer con comodidad y no forzar la vista. Una ventaja más, como ves.
Un saludo.